Los humanos nos resguardamos del mal tiempo buscando siempre calor de diferentes maneras. Pero, ¿sabes cómo se protegen el resto de seres vivos? Por un lado, los animales suelen emigrar a sitios más cálidos o su propio cuerpo genera calor. Las platas, sin embargo, no pueden hacerlo así pero sobreviven a las grandes heladas, ¿cómo se adaptan a estos cambios tan bruscos? Para resolver el misterio, un grupo de investigadores construyó un árbol evolutivo con más de 30.000 especies de plantas con flores y lo combinó con los registros de exposición a la congelación y los datos de los tallos y hojas de miles de especies.

A medida que las plantas se extienden a latitudes superiores, evolucionan de forma que les ayude a hacer frente a las condiciones más desfavorables. Un ejemplo de esto lo encontramos en especies que viven en la tundra que logran resistir a temperaturas invernales por debajo de los menos 15 grados Celsius.

El compañero del frío en el entorno natural es el hielo. Y éste, es el principal enemigo de las plantas porque la congelación y consiguiente descongelación provocan burbujas de aire el sistema de transporte interno de agua de la planta. Es decir, al juntarse un suficiente número de estas burbujas de aire, cuando el agua se descongela puede bloquear el flujo de agua desde las raíces hasta las hojas. Esto podría matar a la planta. Pero para esto, muchas plantas se defienden al dejar caer sus plantas antes de que llegue al frío, así, cierran el flujo de agua entre las raíces y las hojas. Al volver el buen tiempo crearán las nuevas. Otras plantas en lugar de cerrar, estrechan el flujo de agua haciéndolas menos vulnerables a la obstrucción durante los procesos de congelación y descongelación.