Los azúcares añadidos nos dicen adiós. A partir del próximo 28 de octubre, tomaremos  los zumos de fruta de una manera mucho más saludable. Así se ha establecido en todos los países miembro de la Unión Europea. En adelante, será de obligado cumplimiento que los fabricantes incorporen en el envase etiquetas para informar al consumidor de esta medida. No obstante, los fabricantes podrán comercializar zumos con azúcares añadidos hasta agotar existencias.

¿Cuál es el objetivo? Además de cuidar nuestra salud y evitarnos visitar tanto al dentista, lo que se pretende es que los consumidores puedan identificar de forma clara los zumos comerciales de fruta exprimida. Esto resulta interesante cuando son muchos consumidores los que aprecian la diferencia entre tomar un zumo de naranja recién exprimido  o uno envasado, por ejemplo. Así cambiarían muchas sensaciones de las que estamos acostumbrados para apreciar el verdadero sabor de la fruta.

Lo notaremos también en la sustitución de denominación legal “zumo a base de concentrado” por “zumo a partir de concentrado”. Habrá también un proceso de difusión para la producción de zumos concentrados en frutas deshidratadas. Zumos como el de guayaba, mango o grosella reducirán los grados Briz -que miden el cociente total de sacarosa disuelta en un líquido-, adaptándose a esta normativa.

El gran beneficiado en este cambio es el zumo de tomate. Se reconocerá su carácter de fruta y de forma exclusiva, se le puede añadir en su elaboración hierbas aromáticas, sal y especias. Como curiosidad, los zumos de frutas junto al chocolate o miel, son uno de los pocos alimentos que disponen de una legislación vertical específica a nivel europeo.

Y recuerda que tomando un vaso de frutas al día, se puede sustituir una ración diaria de fruta y hortaliza recomendada por la Organización Mundial de la Salud y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.