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Los gastromercados de Córdoba
El año pasado por estas fechas Córdoba estrenaba el primer mercado gastronómico fijo de la comunidad andaluza. El Mercado de la Victoria abría sus puertas para recuperar un edificio del siglo XIX que había sido con anterioridad sala polivalente, caseta de feria e infraestructura abandonada. Hoy es un espacio plenamente consolidado que recibe entre 15.000 y 20.000 visitas a la semana que ofrece desde productos típocos de la gastronomía cordobesa hasta sushi o cocina argentina. No es de extrañar que el éxito de este proyecto haya impulsado a otros.
El mes pasado se abría en el barrio de la Judería Los Patios de la Marquesa, segundo mercado gastronómico de la ciudad situado en un enclave único: la antigua casa de los Manríquez. En él se ofertan productos típicos cordobeses. Así podemos encontrar una salmorejería con variedad de este plato típico, ibéricos de la provincia, tortilla, berenjenas con miel o flamenquines. En este entorno histórico de la que fue ciudad califal no podía faltar un puesto dedicado a la comida árabe. Cous cous, humus y tés típicos son algunos de los productos que se pueden degustar en uno de los puestos.
Ambos son ejemplos de mercados de abastos típicos que han evolucionado hacia un concepto más amplio que introduce turismo y ocio. De tal manera que, además de comprar productos de calidad para cocinar en casa, los visitantes pueden consumirlos allí mismo. Este tipo de iniciativas aparecen como alternativa a grandes superficies y cadenas de comida que suponen una gran competencia. Sin embargo, tanto la calidad y frescura de los productos como su buen precio (sin olvidar la originalidad del modelo de negocio) han llevado a estos gastromercados a gozar de gran éxito y popularidad.
Estos han seguido modelos como el del Mercado de San Miguel en Madrid o el barcelonés Mercado de la Boquería. El objetivo de todos ellos es común: ofrecer productos únicos de calidad y poner de manifiesto la riqueza de la gastronomía española, tan atrayente para el turismo. Tanto la oferta gastronómica como las actividades organizadas y el amplio horario de atención al público han definido el éxito de un modelo de negocio que se presenta como alternativa a bares y restaurantes tradicionales.