El pasado sábado 13 de diciembre entró el vigor el nuevo Reglamento europeo sobre información al consumidor. A partir de ahora los consumidores podrán conocer con mayor claridad cuáles son los ingredientes de los alimentos que compran, entre otras novedades. Según la Comisión Europea, el objetivo es “ayudar a los consumidores a decidir con más conocimiento los alimentos que compran”.

Estas son algunas de las novedades que encontrarás a partir de ahora en los envases de los alimentos:

• Letras más grandes: aumenta el tamaño de las letras de las etiquetas en las que se especifica qué contiene cada alimento.
• Etiquetado nutricional: grasas saturadas, proteínas, azúcares… a partir de ahora esta información será obligatoria que aparezca en las etiquetas.
• Aceites vegetales: la nueva legislación obliga a detallar qué tipo de aceite contiene el producto (girasol, oliva o de palma).
• Nanoingredientes: deberá indicarse los nanomateriales presentes en el producto final.
• Congelados: deberán indicar la fecha de inicio de congelación.
• Alérgenos: deberán estar bien visibles y utilizar una tipografía diferente para destacarlo.
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Otras de las novedades son las que afectan al origen de los alimentos. En el caso de carnes, frutas, verduras, miel y aceites será obligatorio indicarlo. Además, para la carne y los productos de pesca se deberá indicar si contienen agua añadida.

A pesar de las ventajas que este nuevo Reglamento ofrece al consumidor, algunos piensan que es insuficiente y critican el no haber incluído en esta nueva normativa las grasas trans, el país de origen de los alimentos o que las bebidas alcohólicas no incluyan el valor nutricional.