Cocina solar, más barata y menos contaminante
El sol es una energía renovable y, como tal, su calor también puede ser utilizado como medio de cocción de alimentos de una forma más ecológica y duradera. De lo que se trata es de aprovechar sus rayos de luz de forma directa con el objetivo de cocinar los productos para convertirlos en aptos para el consumo humano, consiguiendo incluso que se conserven más nutrientes que al hacerlo en una cocina doméstica.
La fórmula es más sencilla y barata de lo que parece. Una de ellas (existen varias) consiste en adaptar una caja forrada en material térmico aislante, como el aluminio, dejando la parte frontal al descubierto frente al sol. Ésta debe taparse con un papel transparente, habiendo introducido primero en el interior de este “horno” una cazuela tapada con la comida que deseemos cocinar. De esta manera se crea en torno a la caja un espacio aislado que conserva el calor al crear una especie de efecto invernadero.
Una técnica más evolucionada que la anterior es la de la construcción de una especie de cocina en el exterior de las casas, en una parte orientada hacia el sol para poder aprovechar todas las horas posibles. Se trata de los llamados hornos de piedra, que siguen el esquema del ejemplo anterior con la diferencia de que están construidos con piedra y la parte orientada hacia el sol está tapada con un cristal que absorbe y almacena el calor con el que se cocinan los alimentos.
Otra forma de aprovechar el sol para cocinar es con una parábola. Consiste en una técnica más engorrosa y costosa que la anterior pero que posee la ventaja de alcanzar una velocidad de cocción muy parecida a la de las cocinas convencionales. Mientras que el “horno solar” puede alcanzar una temperatura de 100º, con esta fórmula podremos cocinar a 180º dado que la parábola orientada hacia el sol es capaz de captar los rayos en un punto exacto donde se concentra el calor y que es donde se coloca el recipiente con los alimentos.
Estos son solo algunos de los ejemplos de una técnica que para muchos resultará novedosa pero que, en muchos países con escasos recursos económicos, supone la única forma de cocinar los alimentos. Con esta ecológica tecnología se puede cocinar cualquier tipo de alimento sin gastar combustible, evitando hacer frente a sus elevados costes, ya que es gratuita, abundante y limpia.