Esta mañana se ha celebrado en la Diputación de Córdoba la III Jornada de Denominaciones de Origen de la provincia de Córdoba. El objetivo, como cada año, ha sido el reconocimiento y puesta en valor de los productos de la zona certificados como tal: Jamón Ibérico del Valle de los Pedroches, Aceite Virgen Extra de Montoro-Adamuz, naranjas de la Vega del Guadalquivir y vino Montilla-Moriles, entre otros. Varias han sido las ponencias realizadas por profesionales del sector en defensa de estos productos.

El aceite de oliva ha sido el gran protagonista de la jornada, pues representa el alma de la dieta mediterránea. Así lo corroboraba Juan Carlos Vega, director de Calidad y Certificación de la Denominación de Origen de Montoro-Adamuz, quien alababa los beneficios del oro líquido “una alimentación enriquecida con Aceite de Oliva Virgen Extra reduce en un 30% el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares”.

Así, el aceite se presenta como “una herramienta diferencial” apuntaba José Manuel Bajo, de la Denominación de Origen de Baena, un producto típico y muy cuidado que forma parte de nuestra cultura e historia. Y es que el objetivo sigue siendo el de preservar el valor del lugar geográfico en el que se produce tanto el aceite como cualquier otro producto andaluz con certificación de calidad.

En esta línea ha estado enfocada la intervención del director gerente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles Enrique Garrido. Este afirmaba que “es importante conocer el trabajo que realiza un Consejo Regulador de puertas para adentro. La gente debe saber lo que hay detrás y cómo se llega a ese nivel de calidad”. Un nivel de calidad que va acompañado de precios elevados.

Precisamente de los precios ha hablado Juan Luís Ortiz, secretario general de la Denominación de Origen Los Pedroches, “citando a Guy Kawasaki , al final o eres diferente o eres barato”. Por lo que han recalcado la relación calidad-precio alegando que es un hecho inevitable y justo ya que “la certificación de origen da valor y autenticidad a nuestros productos, por lo que hay gente dispuesta a pagar por ellos”.

Sea cual fuere el producto representado por cada localidad, todos los ponentes han manifestado una idea común, la necesidad de abrirse al mercado internacional. En concreto a países como Brasil, China o India, donde se aprecian los productos de calidad andaluces y cuentan con medios económicos para exportarlos y/o producirlos. Se trata, en definitiva, de mejorar la calidad diferenciadora y lograr una mejor comercialización de los productos.