¿Quién no ha oído hablar del cambio climático durante los últimos años miles de veces? Las inundaciones urbanas, el deshielo de los polos, islas desaparecidas… son solo algunas de las consecuencias que este fenómeno produciría en el planeta y que los medios de comunicación se han hartado de repetirnos. Sin embargo, por si esto pareciera poco, hay otros efectos no tan conocidos que el cambio climático podría producir y que están disparando (aún más) las alarmas.

1. Varias especies de mamíferos carnívoros podrían encoger. Según un estudio desarrollado en común por la Universidad de Florida y la de Yale, revela que estos animales ya sufrieron una transformación hace 55 millones de años. En concreto el Palaeonictis wingi que "evolucionó desde el tamaño de un oso hasta el de un coyote durante un período de 200.000 años, cuando la temperatura de la Tierra aumentó cerca de 10 grados centígrados", según Stephen Chester, coautor del estudio. Cuando el planeta volvió a enfriarse, el animal adquirió de nuevo un tamaño más grande.

2. Aumento de la malaria. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya advirtió en el año 2000 que las temperaturas más cálidas significarían mosquitos portadores de malaria que serían capaces de vivir en los climas del norte, lo que podría conducir a un aumento de la malaria fuera de los trópicos. En África y Sudamérica la malaria ya se ha extendido hacia territorios en los que hasta entonces no se había encontrado nunca el mosquito anófeles, portador del paludismo.

3. Agua marrón. Con el aumento de la temperatura se espera que más materia orgánica abunde en los lagos, convirtiendo el color del agua en marrón. Como consecuencia del oscurecimiento del agua las plantas que viven bajo del mar morirían por no recibir luz del sol. Este hecho repercutiría también en los animales que se alimentan de esas plantas, ya que no tendrían con qué alimentarse, por lo que tendrían que buscar otra forma de subsistencia que podría acarrear un cambio en el ecosistema.

4. Plagas. El debilitamiento en la salud de diversas especies de árboles se ha visto reflejado con la presencia de plagas como el gusano descortezador y barrenador en diversas zonas de México. Existen mutaciones de estas y otras plagas que atacan a los árboles productores de cítricos teniendo consecuencias importantes en la economía de la región y que, además, supondría una pérdida importante de productos alimenticios.