Comida sobre ruedas
Durante los últimos meses una nueva tendencia gastronómica está cobrando importancia en España. Se trata de los food truck, camiones de comida callejera que, lejos de la idea que tengamos de ellos, sirven comida artesanal, biológica y local. A pesar del aumento del apoyo y del auge de plataformas que reivindican este tipo de prácticas, en España están prohibidas. Un jarro de agua fría para los jóvenes emprendedores que ven en esta práctica su futura profesión.
Y es que según la ley nacional a estos cocineros itinerantes no les está permitido estacionar durante largos periodos de tiempo en un mismo lugar. Su trabajo está relegado a determinados eventos como ferias, conciertos o partidos de fútbol. Nada que ver con lo que ocurre en Estados Unidos, donde los food truck son una auténtica institución. En ellos importantes y conocidos cocineros preparan sus platos y concursan en festivales gastronómicos.
El problema reside también en que, en España, existe una imagen equivocada de este modelo de negocio. La mayoría lo asocian con comida basura y de baja calidad. Sin embargo, los pocos españoles que trabajan para cambiar esta idea, defienden la cocina callejera como una propuesta novedosa e interesante que ofrezca comida 100% natural, con ingredientes de proveedores locales y con identidad propia.
Lo que pretenden los españoles defensores del food truck es dignificar este tipo de restaurantes y crear una tradición como lo es en otros países. ¿Veremos pronto por nuestras calles camiones de colores, con decoración vintage, luces de neón y comida casera especializada o seguiremos viéndolos como estrellas fugaces vendiendo perritos calientes y hamburguesas en la feria del pueblo?