Desde el año 2003, cada 11 de diciembre se conmemora el Día Internacional de las montañas. Así lo declara la Asamblea General de Naciones Unidas cuyo lema en esta edición es “Montañas - clave para el futuro sostenible”. Las montañas tienen su propio día en el calendario por varias razones: acogen a vegetación y árboles y esto las convierte en pulmones de la Tierra regalándonos oxígeno y absorbiendo dióxido de carbono, ayudando así a combatir el cambio climático.

A pesar de que podamos vivir en nuestro entorno urbano lejos de las montañas, tenemos que reconocer su trascendente valor en nuestras vidas. Son la esencia para que consigamos alcanzar un futuro sostenible. ¿Sabías que el 27% de la superficie de la tierra está formado por montañas que aportan alrededor del 80% del agua dulce en el mundo? A lo que hay que añadir que sirven como forma de vida a más de 700 millones de personas que habitan en las montañas. De forma indirecta, las montañas benefician a miles de millones de personas cuyas poblaciones se sitúan en las tierras bajas.

¿Qué ofrecen las montañas? Dan tierra de cultivo donde pasta el ganado, crean surcos para la pesca y favorecen el crecimiento de productos forestales. Con ello se contribuye a la seguridad alimentaria y nutrición, lo que se traduce como vital para conservar la biodiversidad. No podemos olvidar que sirven de escenario para multitud de actividades relacionadas con el ocio y deportivas. La mayoría de las poblaciones reconocen el valor de su patrimonio cultural (no olvidemos los cientos de pueblos cuyas leyendas se sustentan en el poder de las montañas).