Ventajas Fiscales de la Nueva Ley del emprendedor
Fue el día 24 de mayo cuando su anteproyecto se aprobó, y es ahora en enero de 2014, cuando entra en vigor la ansiada nueva Ley de emprendedores. Se darán así nuevas medidas que tienen como objetivo animar a la creación de empresas y sus respetivos puestos de trabajo además de ayudar a los difíciles inicios que suelen vivir la gran parte de los emprendedores. Entran en vigor medidas como la ley de caja o herramientas para recuperar deducciones por I+D+I. Tanto autónomos como empresas pueden acogerse a partir de este mes al IVA de caja, siendo ésta la novedad fiscal más relevante. |
Con estos cambios los autónomos y las pymes pueden aplazar el pago del impuesto hasta que se cobre la factura. Según las estimaciones del Gobierno pueden ayudar a casi 1 millón de pymes y unos 1,3 millones de autónomos. Con este nuevo sistema se sustituye el criterio de devengo que estaba vinculado a la facturación y se pasa al cobro efectivo. Así se podrá dotar de mayor liquidez a los autónomos y pymes que tengan un volumen de negocio por debajo de los 2 millones de euros. Aunque el plazo está abierto desde el 1 de enero, las empresas tienen hasta el 31 de marzo de plazo para solicitar estos cambios. En cuanto hayan optado por este sistema, tendrán un período de 3 años de vínculo. |
Por otro lado, las empresas que trabajen con autónomos y pymes que estén sujetos al IVA de caja, no podrán aplicarse la deducción de este impuesto hasta pagar la factura. Esta medida puede resultar beneficiosa para los clientes puesto que así adelantan el pago de las facturas y de este modo, podrán antes deducir el IVA soportado. |
Junto a esto, la Ley de Emprendedores también conlleva nuevas ventajas fiscales para autónomos y pymes a partir de este año que acaba de arrancar. Esto supone que las empresas que facturen menos de 10 millones de euros pueden deducirse hasta un 10% de los beneficios obtenido en el periodo impositivo que se reinviertan en la actividad económica |
Con estas nuevas medidas fiscales se permite que las deducciones por I+D+I que puedan aplicarse en un ejercicio puedan recuperarse mediante un sistema de devoluciones, pudiéndose empezar a cobrar en 2015. Al mismo tiempo se establecerá un incentivo fiscal en el IRPF, el 20% sobre una base máxima de 50.000 euros. Esto a favor de las personas interesadas en aportar capital para el inicio de una actividad, lo que se conoce como “capital semilla”. |